viernes, 2 de noviembre de 2012

jueves, 1 de noviembre de 2012



Cómo lidiar con problemas de memoria a corto plazo



lidiar con problemas de memoria a corto plazo
Si alguna vez te has encontrado en las escaleras sin saber cómo has llegado ahí o qué ibas a hacer, tienes un problema de memoria. Aunque los problemas de memoria sean a raíz de medicamentos o por ser despistado, hay una manera de sobrellevarlo.


Pasos

  1. 1
     
    Presta atención.
     Presta atención.
    Presta atención
    . Muchos problemas de memoria no se atribuyen al cerebro, sino a la habilidad de concentración de la persona.  Si ya se te ha olvidado el nombre de la persona que te han presentado hace 5 minutos, puede que no sea sólo un problema de memoria. ¿Estabas escuchando o simplemente pensando qué decirle después? En lugar de darle un apretón de manos, repite su nombre en voz alta. Luego repítelo mentalmente un par de veces más. Haz un esfuerzo consciente cada vez que creas que vas a olvidar algo.
  2. 2
    Escribe. Sea lo que sea lo que debas recordar, escríbelo. Apúntalo en una libreta o escríbelo en la palma de tu mano. Escribe la lista de la compra, tu calendario o lo que ibas a hacer en la otra habitación si hace falta.
  3. 3
    Visualízalo. Además de escribir, puedes dibujar en tu mente visualizándote a ti mismo llevando a cabo la tarea que debas hacer. Recuerda cerrar la puerta con llave pensando en ti mismo haciéndolo en tu mente. Cuanto mas detallada sea tu visualización, mas probabilidades tendrás de recordarlo.
  4. 4
    Ten un sistema. Deja objetos que sean visibles en tu recorrido. Así podrás ir haciendo tus tareas sin olvidarte. Por ejemplo, coloca los objetos en la barandilla de la escalera, así te irás acordando según bajas.

    • Puede ser de ayuda relacionar ciertas tareas con ciertos días de la semana. Por ejemplo, si tienes un cactus que debe ser regado cada mes, riégalo el día en que cobres el sueldo.
    • Todos sabemos lo poderosos que pueden llegar a ser los hábitos, así que podemos usarlos a nuestro favor. Ata un hábito nuevo a uno viejo, como por ejemplo, tomar la medicación cuando te laves los dientes.
    • Haz rutinas. Escríbelas también. Pon un par de notas en lugares visibles hasta que las memorices. Cada vez que entres en casa deja las llaves en el mismo sitio, y cada vez que te vayas recuerda cogerlas, además de más objetos que puedas necesitar y estén cerca.
  5. 5
     
    Mantén un calendario.
     Mantén un calendario.
    Mantén un calendario
    . Si no confías en tu memoria para que te diga lo que harás mañana, no esperes que te diga lo que harás la semana que viene o el mes que viene. En lugar de eso escríbelo en un calendario a tu elección. Mantén el calendario al día de todas tus citas y compromisos. No tengas uno para el trabajo y otro personal, ponlo todo en el mismo.  
  6. 6
      Usa ordenadores. Algunos programas de ordenador o páginas Web están preparadas para recordarte cosas en los días que marques. Pero, claro, necesitarás mirar el ordenador antes de olvidar lo que tienes que hacer.

    • Mantén un cuaderno para las cosas importantes. Puedes tener diferentes cuadernos de formas y colores distintos para cada tema.
  7. 7
      Pon las cosas en lugares visibles. Para que las verduras frescas no se pierdan en los cajones de la nevera y se pudran, colócalas a la vista para que puedas verlas con facilidad.

    • Si necesitas apilar cosas en una mesa para que llamen tu atención, adelante, apila las cosas. Usa cestas para que parezca más ordenado si lo deseas.
    • Coloca las cosas de manera que no tengas que recordar. Si sueles dejar los zapatos bajo la cama o en la puerta por la noche, pon una cesta o algo en ese sitio para poner cosas que tengas que recordar coger

editarConsejos

  • La cafeína puede mejorar temporalmente la memoria a corto plazo, pero los pasos de arriba son mejores y presentan menores riesgos.
  • Colocar alarmas también puede funcionar.
  • Aprende lo que funciona para ti de las diferentes estrategias que se han propuesto.
  • Duerme lo suficiente y a horas constantes. Los estudios demuestran que el cerebro consolida las memorias cuando dormimos.
  • Para recordar los nombres de las personas, puede ayudar repetirlo varias veces o probar a usarlo varias veces en la conversación. O puedes asociar su cara o alguna característica a su nombre.
  • Relájate. Tratar de hacer demasiadas cosas a la vez reduce la habilidad cerebral. Trata de concentrarte y terminar una tarea antes de comenzar una diferente.



¡¡Resuelvelo!!

En la vida cotidiana existen cientos de situaciones de las cuales podemos tomar experiencias y salir fortalecidos. A veces son aquellas que menos imaginas las que nos dan lecciones de vida. Por eso ahora te propongo que intentes resolver el Acertijo de Einstein, también denominado problema de las cinco casas o del pez rojo.

Se afirma que solo el 2% de las personas puede realizarlo en 30 minutos, el resto demora mucho más tiempo pero lo importante es llegar a la solución por nosotros mismos.

Existe 5 casas de cinco colores diferentes y en cada una de ellas vive una persona de una nacionalidad diferente.

Cada uno de los dueños bebe una bebida diferente, fuma una marca de cigarrillos diferente y tiene una mascota diferente.

Tenemos las siguientes claves:

1. El británico vive en la casa roja.

2. El sueco tiene un perro.

3. El danés toma té.

4. La casa verde esta a la izquierda de la blanca.

5. El dueño de la casa verde toma café.

6. La persona que fuma Pall Mall tiene un pájaro.

7. El dueño de la casa amarilla fuma Dunhill.

8. El que vive en la casa del centro toma leche.

9. El noruego vive en la primera casa.

10. La persona que fuma Brends vive junto a la que tiene un gato.

11. La persona que tiene un caballo vive junto a la que fuma Dunhill.

12. El que fuma Bluemasters bebe cerveza.

13. El alemán fuma Prince.

14. El noruego vive junto a la casa azul.

15. El que fuma Brends tiene un vecino que toma agua.

La pregunta: ¿Quién es el dueño del pececito rojo?


En este punto, detente y comienza a solucionar el acertijo ayudándote de lápiz y papel.

¿Has terminado? Pues bien, detengámonos en el proceso de resolución del problema.


Primera fase: El primer impacto de seguro fue la confusión y el desconcierto, habían tantos datos que ni siquiera sabías por dónde comenzar. Te salieron dudas y te preguntabas: ¿será un acertijo de agilidad mental? ¿tendrá trampa?

Exactamente esto sucede en la vida real, cuando nos enfrentamos a un problema por primera vez nos toma un poco de tiempo antes de que logremos centrarnos exactamente en cuál es la pregunta. Nos mostramos desconcertados y confusos y esta sensación nos resulta molesta. Surgen dudas y nos preguntamos si realmente seremos capaces de solucionarlo.

Segunda fase: Tomar la decisión de enfrentar el problema. En este punto decidimos aceptar el desafío y dedicar parte de nuestros recursos a buscar la solución. Es un momento adrenalínico, confiamos en nuestras capacidades e incluso queremos demostrar que estamos dentro del 2% de las personas más listas que lo resuelven en menos tiempo.

En la vida real también pasamos por esta fase, nos proponemos resolver el problema lo antes posible y confiamos en nuestras potencialidades.

Tercera fase: la reorganización de los datos. Una vez que hemos decidido resolver el problema nos damos cuenta que necesitamos hacer un “inventario” de los datos que poseemos y organizarlos de manera que nos puedan conducir a la situación. Por ejemplo, en el acertijo los datos número 8 y 9 son los primeros con los cuales deberíamos trabajar.

Cuando enfrentamos un problema real debemos hacer lo mismo, existirán datos más valiosos que nos pueden acercar a la solución y otros que hay que descartar o postergar para el final. Si enfrentamos el problema como un todo, será muy difícil comprenderlo y resolverlo.

Cuarta fase: la estrategia de resolución. En este punto ya tenemos una representación mental de los datos y su importancia en orden jerárquico, entonces nos preguntamos cuál será la estrategia más adecuada. ¿Pintamos las casas en el papel? ¿Qué datos tomamos como puntos de referencia?

Obviamente, esta fase es esencial porque si no estructuramos una estrategia de solución adecuada al problema, nos veremos en la necesidad de regresar atrás una y otra vez. Y esto puede resultar tan desmotivante que nos haga abandonar la tarea.

Quinta fase: las dudas. Después que has organizado aproximadamente seis elementos de la lista te das cuenta que la estrategia que utilizaste hasta este momento debe ser cambiada o que debes incluir más variables. Entonces aparecen las dudas, vuelves a preguntarte si no se tratará de un problema de agilidad mental y regresas a verificar la información.

Esta es una de las fases más críticas en la resolución de problemas, ya sea en las matemáticas como en la vida real. Cuando la estrategia que habíamos iniciado ya dio todos sus frutos pero aún estamos a mitad del camino nos preguntamos si realmente tenemos fuerzas para continuar y si vale la pena. Miramos lo que hemos logrado y lo que nos falta. Si no estamos suficientemente motivados aquí se acaba todo porque es como si todo lo que hubiésemos hecho se cayera en trozos a nuestro alrededor. Para algunos la aventura termina aquí porque a veces no se percatan que están a poquísimos pasos de la meta.

Sexta fase: la reorganización y solución. En este punto analizamos todas las alternativas posibles y vislumbramos la ansiada solución.

Sin embargo, esto no quiere decir que no será necesario trabajar un poco más para ver el resultado, aún quedan cosas por hacer y estamos exhaustos. Entonces es necesario hacer acopio de fuerzas y continuar el camino.

Séptima fase: la retroalimentación. Aunque muy pocas personas se detienen en esta fase de la resolución de problemas, lo cierto es que es una de las más importantes: detenerse a verificar si la solución es correcta, ver cuál fue el camino que recorrimos y dónde nos equivocamos.

Para no volver a chocar con la misma piedra es necesario que sepamos dónde nos equivocamos. ¿Nos quedamos en la fase de confusión o quizás nos detuvimos cuando teníamos dudas? ¿Fuimos perseverantes y meticulosos? ¿Dejamos que la frustración se apropiara de nuestra lógica? En fin, quizás te asombres de lo que podrías descubrir de ti mismo resolviendo un simple problema de lógica.

Y para los curiosos, la solución es: “El pececito rojo lo tenía el alemán, que vivía en la casa verde, tomaba café y fumaba Prince”.


HenEl problema de las gallinas y los huevos

Un granjero de pollos ha calculado que una gallina y media pone un huevo y medio en un día y medio. ¿Cuántas gallinas necesita el granjero para producir una docena de huevos en seis días?

Solución:

Este es un problema clásico que es difícil para las personas que razonan que media gallina no puede poner un huevo y una gallina no puede poner medio huevo. Sin embargo, podemos obtener una solución satisfactoria tratando el problema de un punto de vista matemático, donde los números corresponden a las promedios.
Para resolver el problema, tenemos que calcular la tasa diaria de producción de huevos. El problema se puede representar por la siguiente ecuación:

1½ gallinas × 1½ días × (Tasa Diaria) = 1½ huevos
Convirtiendo a fracciones :
3/2 gallinas × 3/2 días × (Tasa Diaria) = 3/2 huevos

Multiplicando los dos lados de la ecuación por 2/3 produce:
1 gallina × 3/2 días × (Tasa Diaria) = 1 huevo

Multiplicando ambos lados de la ecuación de nuevo por 2/3, la (Tasa Diaria) es:
(Tasa Diaria) = 2/3 huevos/(gallina×día)

Sabiendo la tasa diaria a las que las gallinas ponen huevos, podemos calcular cuántas gallinas (G) pueden producir 12 huevos en seis días con la siguiente ecuación:

G × 6 días × 2/3 huevos/(gallina×día) = 12 huevos

Resolviendo la ecuación obtenemos:
G = 12 huevos /(6 días × 2/3 huevos/(gallina×día)) = 3 gallinas

El granjero necesita 3 gallinas para producir 12 huevos en 6 días.